lunes, 19 de abril de 2010

Buena Compañía


Contrario a lo que parece, no me da miedo estar solo, me gusta estar solo, lo disfruto mucho; me da miedo la compañía, cierta compañía. Me da miedo no tener en quién pensar así empezar a pensar. No quiero quedarme con mi mente como única compañera.
No me gusta que me haga preguntas, porque me aterran las respuestas. Me pregunta seguido quién soy, pero lo que en verdad me asusta es un día tener tiempo para detenerme a pensar y responder tal pregunta.
No me importa estar solo, pero me da miedo darme cuenta que siempre lo he estado. "Más vale solo que mal acompañado", dicen mis padres y amigos, ¿Pero cuál es la mala compañía? ¿Aquella que no corresponde tu amor, o la que responde las verdades que preferías ignorar?
Prefiero estar contigo que mal acompañado, pero prefiero estar mal acompañado que conmigo. Quiero se yo, pero no sino hay quien me pare, no sino estás para agarrarme cada vez que mi mente salta.
No sé que hacer, no lo quiero pensar, no me quiero preguntar y la verdad escuchar. Porque si la buena compañia, la única buena compañia que conosco, prefiere estar lejos, ¿qué mejor compañía me queda, que la mala compañia?