jueves, 26 de febrero de 2009

Yo me Encontro II


… y el alma de una forma casi inerte se paseaba de clavo en clavo, admirando su calvario, de clavo en clavo en esta su cruz labrada en tiempo, al pie labrada en hielo, también admirando la imagen, posando de clavo en clavo su mirada y los contó.
Un caminante pasa y observa; en cada clavo hay dolor, es cierto, pero cada clavo la sostiene más alto, cada uno logra que razone, y como parezca una locura, una sonrisa dibujada a lápiz cuenta historias de ocio. Clavo a clavo, todos reímos.

Al bajar la vista encuentra una canasta a sus pies, llena de clavos, algunos realmente largos y antes de poder volar su imaginación ve como, implacable un clavo más se abre paso. Duele, mas pronto reiremos.
Aunque muchos así lo quieran, los clavos no salen, los clavos se quedan, firmes. ¿Quién quiere sacarlos? ¿Realmente? Cada clavo lleva enseñanza. Algunos parecen repetirse, cada clavo es realmente distinto al anterior y al futuro, cada uno lastima más y es más gozado.

¿Cuántos clavos hay en tu canasta? ¿Cuántos soportarás? Solo se cuantos han sido tomados. . . y contó cada clavo escrito en ella. . .
y tomo una vez más.

2 comentarios:

  1. Mano, de ahí salió lo que me escrbiste para mi cumpleaños verdad? jeje...

    ResponderEliminar
  2. Hey! ya no me acordaba! se lo di pa un su cumple vdd?!

    ResponderEliminar